Técnicas verbales empáticas al ser criticado

¿Qué puede decir cuando alguien le esté atacando? ¿Cómo puede controlar esas situaciones difíciles de un modo que acreciente su sensación de dominio y confianza en sí mismo?

Definición De Psicología Cognitiva

“La psicología cognitiva es el estudio de aquellos procesos mentales que posibilitan nuestro diario desenvolvimiento en el reconocimiento de objetos familiares, personas conocidas, manejo del mundo que nos rodea, incluyendo las habilidades de lectura, escritura, programación, realización de planes, pensamiento, toma de decisiones y memorización de lo aprendido”.

¿Qué Son Las Experiencias Cercanas A La Muerte?

Las experiencias cercanas a la muerte ocurren cuando la vida de una persona está físicamente amenazada de manera tal que resulta en una falta de oxígeno en el cerebro, cuando la persona siente que su muerte es inminente o antes de un daño físico fatal (como caer de un edificio alto) y en algunas ocasiones en conexión con eventos que no amenazan la vida (como la anestesia general).

¿Cuáles son los efectos psicosociales positivos del ejercicio físico?

Después de hacer cierta cantidad de ejercicio, como una acción compensatoria, el cuerpo comienza a liberar endorfinas en la sangre con el fin de contrarrestar el dolor físico o la sensación de cansancio derivada de la actividad física.

20 Ejercicios Para Aumentar Tu Poder Mental

Al entrar en un salón muy concurrido, intenta calcular cuántos están en el lado derecho y cuántos en el izquierdo. Fíjate en los detalles de la decoración y enuméralos con los ojos cerrados.

TU CAMBIO ES AHORA

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La competitividad en psicología deportiva

Las teorías clásicas en la psicología deportiva afirman que la competitividad es un factor negativo porque induce al atleta a centrarse en demostrar que es mejor que los demás, a arriesgarse mucho y a perder de vista el objetivo principal de su rendimiento. A continuación se relaciona la competitividad y la motivación de logro, y se explica por qué en el contexto deportivo el sentido de competencia puede ayudar a que el atleta busque ganar.



La motivación de logro resulta muy aplicable al ámbito agonístico de alto nivel, pues resulta evidente que los deportistas de alto rendimiento se caracterizan porque se concentran en factores personales relacionados con la probabilidad de éxito, como el orgullo, eligiendo situaciones de riesgo y buscando retos; en lugar de evitar el fracaso (Dosil, 2004; Weinberg y Gould, 1996). Siguiendo esta línea de reflexión, es posible afirmar que la competitividad es uno de los componentes principales dentro de este tipo de motivación, entendida como una disposición a satisfacer un estándar de excelencia respecto a las comparaciones que se hacen en presencia de evaluadores externos (Martens, 1975) así como una necesidad de “validar la superioridad de uno sobre la inferioridad de otros” y para reflejar el éxito personal y la satisfacción con este éxito (Houston, Harris, McIntire y Francis, 2002).

En este sentido, numerosos estudios han encontrado que la competitividad es un factor principal dentro del rendimiento deportivo de alto nivel y la motivación de logro (Gee, Dougan, Marshall y Dunn, 2007; Sáenz-López, Jiménez, Jiménez e Ibáñez, 2007; Remor, 2007; García-Naveira y Remor, 2008, 2011). En general, los trabajos revisados señalan que existe una relación entre el nivel de competitividad, o las características personales asociadas a la competitividad, y el alto rendimiento deportivo, lo que sustenta la clásica teoría de la necesidad de logro y reafirma el papel de la competitividad dentro del deporte de alto rendimiento.

De hecho, la competitividad es un indicador de rendimiento bastante efectivo. Por ejemplo, Gould, Dieffenbach y Moffett (2002) evaluaron las atribuciones de 10 campeones olímpicos respecto al éxito, concluyendo que, efectivamente, la competitividad es una variable que caracteriza a los deportistas de élite. Asimismo, un estudio sobre la prestación competitiva en equipos de fútbol en la Fase de Grupos de la UEFA Champions League en la temporada 2009-2010 (Vales, Areces, Blanco y Arce, 2011), encontró que los equipos ganadores presentan valores estadísticamente más altos en cuanto a la iniciativa de juego, el índice de volumen ofensivo y el índice de precisión en el juego ofensivo, lo que indica claramente que las metas de maestría pasan a tener un rol secundario, en favor de metas de competitividad. El deporte de alto rendimiento está basado principalmente en la mejora individual (metas de maestría) para asegurar la competencia. No obstante, los objetivos competitivos son muy convenientes cuando el nivel de maestría de las personas en competición es muy similar, como suele pasar en el alto rendimiento.

Resulta fácil entender entonces por qué la competencia percibida es concebida como un factor mediador en la orientación motivacional (Burton, 1992). En el alto rendimiento, la mejora y el dominio personal (una perspectiva de orientación a la tarea) no son suficientes para crear un sentimiento de capacidad, porque las percepciones de competencia demostrada son normativas o son establecidas respecto a otros (Salinero, Ruiz y Sánchez, 2006) y el éxito subjetivo depende de una comparación favorable de las propias capacidades con las de los otros (Duda, 1995). En una situación de competición interpersonal, la evaluación pública, el feedback normativo y/o el examen de destrezas valoradas, surgen con mayor frecuencia estados psicológicos de implicación del ego (Salinero, Ruiz y Sánchez, 2006) y por tanto del sentido de competitividad.



Asimismo, al valorar el clima motivacional de los deportistas de alto rendimiento, considerado como el impacto social a la motivación (Escartí, 1994), en gran parte de las ocasiones, el entrenador valora a sus deportistas en función de una orientación de competitividad (influenciando a sus deportistas para que asuman la competitividad como meta de logro frente a la meta de maestría). En el deporte competitivo, ganar suele ser el criterio de éxito para el entrenador, por lo que predomina un clima de competitividad (Salinero, Ruiz y Sánchez, 2006). Por estas razones es importante desarrollar teorías y técnicas permitan al deportista lidiar con situaciones de competitividad, elaborando estrategias motivacionales más específicas que se centren en el resultado y que le permitan satisfacer un estándar comparativo externo de excelencia y que sea capaz de validar su superioridad sin que se lleguen a afectar su autorregulación emocional y su autodeterminación respecto a los demás climas motivacionales, que suelen ser más importantes fuera del momento de la competencia.

La orientación a la tarea se ha mostrado más adecuada por estar relacionada con patrones de conducta más adaptativos (Standage, 2002), pero estas comprobaciones usualmente se basan en estados cognitivos (creer que el éxito depende de sí mismo y que con esfuerzo puede lograrlo) y no emocionales. Es decir, fomentar una orientación al resultado o al ego no es hacer creer al deportista que su éxito depende de ser mejor que los demás (algo que no se puede controlar), sino que en el momento específico de la competencia, esta sensación específica de competitividad, le impulse a esforzarse más durante la misma, a ceder con menos facilidad y a perseverar a pesar de las situaciones adversas. En efecto, si el atleta cree que ya se ha esforzado al máximo según sus niveles estables y auto-controlados de autoconfianza, eficacia percibida, orientación a la tarea, etc., un sentido emocional de competitividad puede hacer que rinda mucho más.



Finalmente, parece relevante la investigación de Weinberg y sus colegas (1979) que manipuló la percepción de personas normales que debían hacer una prueba de resistencia muscular, afirmando que la persona que estaba realizando la demostración estaba lesionada de la rodilla. En otra situación, se les decía que la persona que estaba haciendo la demostración era un atleta nato. Los resultados encontraron que las personas resistían más en la primera situación, porque percibían al otro como más débil a causa de la lesión.



Referencias

Dosil, J. (2004). Psicología de la actividad física y del deporte. McGraw-Hill.

García-Naveira, A. y Remor, E. (2008). Diferencias en competitividad en función del nivel competitivo en jugadores de fútbol adultos. XI Congreso Nacional de Psicología de la Actividad Física y el Deporte, XI Congreso Andaluz y III Iberoamericano. Federación Española de Psicología del Deporte, Asociación de Psicología del Deporte de Andalucía y Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España.

García-Naveira, A. y Remor, E. (2011). Motivación de logro, indicadores de competitividad y rendimiento en un equipo de jugadores de fútbol de competición varones entre 14 y 24 años. Universitas Psychologica, 10 (2), 477-487.

Gee, C., Dougan, R., Marshall, J. y Dunn, L. (2007). Using a normative personality profile to predict success in the National Hockey League (NHL): A 15-year longitudinal study. North American Society for the Psychology of Sport and Physical Activity Conference, San Diego, CA, U.S.A.

Gill, D. L. (1986). Psychological dynamics of sport. Campaign, IL, Human Kinetics.

Houston, J., Harris, P., McIntire, S. y Francis, D. (2002). Revising the competitiveness index using factor analysis. Psychological Reports, 90, 31-34.

Martens, R. (1975). Social Psychology of Sport. New York: Harper and Row.

Remor, E. (2007). Propuesta de un cuestionario breve para la evaluación de la competitividad en el ámbito deportivo: Competitividad-10. Revista de Psicología del Deporte, 16, 167-183.

Gould, D., Dieffenbach, K. y Moffett, A. (2002). Psychological characteristics and their development in olimpic champions. Journal of Applied Sport Psychology, 14, 172-204.

Sáenz-López, P., Jiménez, A., Jiménez, F. e Ibáñez, S.(2007). La autopercepción de las jugadoras de baloncesto expertas respecto a sus procesos de formación. Cultura, Ciencia y Deporte, 3, 35-41.

Salinero, J., Ruiz, G. y Sánchez, F. (2006). Orientación y clima motivacional, motivación de logro, atribución de éxito y diversión en un deporte individual. Apunts: Educación física y deportes, pp. 5-11

Vales, A., Areces, A., Blanco, H. y Arce, C. (2011). Diseño y aplicación de una batería multidimensional de indicadores de rendimiento para evaluar la prestación competitiva en el fútbol de alto nivel, International journal of sport science, 7 (23), pp- 103-112

Weinberg, Robert S. y Gould, Daniel (1996). Fundamentos de psicología del deporte y el ejercicio físico. Ariel S. A.: Barcelona

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¿Por qué los atletas están motivados a superarse?

A continuación se exponen algunos planteamientos sobre las principales teorías de la motivación en la psicología deportiva, a saber, las teorías de la motivación de logro, así como sus características más generales y sus puntos en común.

Los planteamientos iniciales de la teoría de la motivación de logro se atribuyen a Adler (1924) pero no se aplicó en el ámbito deportivo hasta años más tarde (Murray, 1938). Atkinson (1957) y McClelland (1961) desarrollaron un modelo específico que otorga al deporte el carácter de logro, constituyendo el deporte como un contexto en el que los sujetos intentan superarse. Según este modelo, la motivación de logro depende de factores personales y situacionales. Entre los factores personales se encuentra el motivo de conseguir éxito o evitar el fracaso. Entre los factores situacionales se destaca la probabilidad de éxito/fracaso, que depende del adversario y la dificultad de la tarea y el valor incentivo del éxito/fracaso que es mayor si el éxito se consigue en situaciones con alta dificultad (Escartí y Cervelló, 1994) y (Weinberg y Gould, 1996).

¿Por qué los atletas están motivados a ganar?

Específicamente, la teoría de la necesidad de logro de McClelland (1961) y Atkinson (1957), sostiene que los antecedentes personales como los motivos para alcanzar el éxito (sentir orgullo o satisfacción en la realización) y para evitar el fracaso (sentir vergüenza o humillación por el fracaso), determinan los motivos de logro (Gill, 2000). Después, los factores situacionales entran en juego, y a partir de la interacción de estos componentes, resultará una tendencia resultante (la búsqueda el éxito o la evitación del fracaso) que determinará las reacciones emocionales del deportista (focalizado en ganar o en evitar la vergüenza del fracaso). A partir de esto, el deportista desarrollará una conducta de logro específica (Dosil, 2004) que puede ser positiva (buscar situaciones de logro y desafíos, mejorar el rendimiento), o negativa (evitar el fracaso y disminuir el rendimiento) (Weinberg y Gould, 1996).

Necesidad de logro

Otra teoría acerca de la motivación de logro es la teoría de la atribución (Heider, 1958; Weiner, 1985, 1986), que contempla los factores de estabilidad y control (su presencia o ausencia) y de causalidad (externa o interna) como determinantes del éxito. Concretamente, la teoría de la atribución estudia el modo que tiene el deportista de interpretar su conducta y la de los demás, otorgando un papel activo al mismo (Dosil, 2004). En general, las explicaciones que dan los deportistas a los resultados de sus actuaciones son la habilidad o la capacidad, el esfuerzo, la dificultad de la tarea y la suerte; las cuales dependen del grado de control y la estabilidad percibida de las mismas (véase cuadro 1).

Locus de control
Grado de control
Ejemplo
Locus de control interno estable
Controlable
Incontrolable
No realizar entrenamientos
Habilidad/capacidad
Locus de control interno inestable
Controlable
Incontrolable
Faltar a la competición
Lesión
Locus de control externo estable
Controlable
Incontrolable
Opción del entrenador
Valor del adversario
Locus de control externo inestable
Controlable
Incontrolable
Acción de un compañero
Azar
Cuadro 1. Locus de control, estabilidad y grado de control de las atribuciones del deportista (Adaptado de Dosil, 2004, pág. 136)

Weinberg y Gould destacan que las reacciones emocionales contempladas en la teoría de la necesidad de logro (orgullo o vergüenza) son el resultado psicológico de los factores de causalidad. Así, cuando el logro se atribuye a una causa interna, hay aumento de estas emociones. Si el logro se atribuye a una causa externa, habrá una disminución en las mismas. Estas consideraciones demuestran una complementariedad entre ambas teorías (véase cuadro 2).

Atribuciones
Resultado psicológico
Factores de estabilidad
Estable
Inestable
Expectativa de éxito futuro
Aumento de la expectativa de éxito
Disminución de la expectativa de éxito
Factores de causalidad
Causa interna
Causa externa
Influencias emocionales
Aumento del orgullo o la vergüenza
Disminución del orgullo o la vergüenza
Factores de control
Bajo control
Fuera de control
Influencias emocionales
Aumento de la motivación
Disminución de la motivación
Cuadro 2. Atribuciones y motivación de logro (Weinberg y Gould, 1996, pág. 88)

Finalmente, la teoría de las metas de logro (Duda, 1993; Dwek, 1986; Maehr y Nicholls, 1980; Nicholls, 1984; Roberts, 1983) afirma que existen tres factores que interactúan para determinar la motivación de una persona: las metas de logro, la capacidad percibida y la conducta de logro. Los objetivos o metas de logro pueden ser orientados hacia el resultado (orientación competitiva) o hacia la tarea. Generalmente, la orientación hacia la tarea (orientación de meta de maestría) genera una mejor ética de trabajo, persistencia a pesar del fracaso y una ejecución óptima (Weinberg y Gould, 1996) pues se concentra más en la ejecución personal, proporcionando así un mayor control.

A diferencia de los atletas centrados en el resultado, las personas que centran su ejecución en la tarea están más motivadas, eligen cometidos más realistas o moderadamente difíciles: “No tienen miedo al fracaso, y, dado que su percepción de capacidad se basa en sus propios estándares de referencia, les resulta más fácil que a las personas orientadas hacia el resultado el sentirse bien consigo mismas y poner de manifiesto una elevada competencia percibida” (Weinberg y Gould, 1996, pág. 90). Según Dosil (2004), a partir de este tipo de metas (de maestría y competitividad) se han desarrollado numerosas investigaciones, aunque reciben otras denominaciones como metas de tarea-ego (Nicholls y Duda), aprendizaje-ejecución (Dweck), maestría-habilidad (Ames) o maestría-competición (Roberts y Balagué).

Como es posible notar, estas tres teorías (necesidad de logro, atribución y metas de logro) explican la motivación de logro en función de sus atribuciones motivacionales, objetivos, opciones de tarea y rendimiento (véase el cuadro 3) y evidencian cierta complementariedad entre ellas.

Factores
Personas con alto nivel de ejecución
Orientación motivacional
Motivación elevada para alcanzar el éxito
Baja motivación para evitar el fracaso
Centro de atención en el orgullo del éxito
Atribuciones
Imputación del éxito a factores estables e internos que se hallan bajo el control de uno mismo
Imputación del fracaso a factores inestables y externos que se hallan fuera del control de uno mismo
Objetivos adoptados
Normalmente, adoptan objetivos de tarea
Elección de tareas
Búsqueda de desafíos y de tareas/competidos capaces
Ejecución
Buena ejecución en condiciones de evaluación
Cuadro 3. Aportes principales de las teorías de motivación de logro. Adaptado de Winberg y Gould (1996)

Teorías de la motivación en deporte


Referencias

Dosil, J. (2004). Psicología de la actividad física y del deporte. McGraw-Hill.

García-Naveira, A. y Remor, E. (2008). Diferencias en competitividad en función del nivel competitivo en jugadores de fútbol adultos. XI Congreso Nacional de Psicología de la Actividad Física y el Deporte, XI Congreso Andaluz y III Iberoamericano. Federación Española de Psicología del Deporte, Asociación de Psicología del Deporte de Andalucía y Universidad Pablo de Olavide, Sevilla, España.

García-Naveira, A. y Remor, E. (2011). Motivación de logro, indicadores de competitividad y rendimiento en un equipo de jugadores de fútbol de competición varones entre 14 y 24 años. Universitas Psychologica, 10 (2), 477-487.

Gee, C., Dougan, R., Marshall, J. y Dunn, L. (2007). Using a normative personality profile to predict success in the National Hockey League (NHL): A 15-year longitudinal study. North American Society for the Psychology of Sport and Physical Activity Conference, San Diego, CA, U.S.A.

Gill, D. L. (1986). Psychological dynamics of sport. Campaign, IL, Human Kinetics.

Houston, J., Harris, P., McIntire, S. y Francis, D. (2002). Revising the competitiveness index using factor analysis. Psychological Reports, 90, 31-34.

Martens, R. (1975). Social Psychology of Sport. New York: Harper and Row.

Remor, E. (2007). Propuesta de un cuestionario breve para la evaluación de la competitividad en el ámbito deportivo: Competitividad-10. Revista de Psicología del Deporte, 16, 167-183.

Gould, D., Dieffenbach, K. y Moffett, A. (2002). Psychological characteristics and their development in olimpic champions. Journal of Applied Sport Psychology, 14, 172-204.

Sáenz-López, P., Jiménez, A., Jiménez, F. e Ibáñez, S.(2007). La autopercepción de las jugadoras de baloncesto expertas respecto a sus procesos de formación. Cultura, Ciencia y Deporte, 3, 35-41.

Salinero, J., Ruiz, G. y Sánchez, F. (2006). Orientación y clima motivacional, motivación de logro, atribución de éxito y diversión en un deporte individual. Apunts: Educación física y deportes, pp. 5-11

Vales, A., Areces, A., Blanco, H. y Arce, C. (2011). Diseño y aplicación de una batería multidimensional de indicadores de rendimiento para evaluar la prestación competitiva en el fútbol de alto nivel, International journal of sport science, 7 (23), pp- 103-112

Weinberg, Robert S. y Gould, Daniel (1996). Fundamentos de psicología del deporte y el ejercicio físico. Ariel S. A.: Barcelona

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¿Por qué la psicología estudia el deporte moderno?

El deporte como fenómeno social


El deporte es considerado actualmente un fenómeno científico y social globalizado (quizá es la actividad más globalizada que existe), que está en constante transformación. Como fenómeno científico está regulado por los avances tecnológicos (hablamos del deporte moderno desde aproximadamente los 1980’s). Como fenómeno social, el deporte implica una actividad humana lúdica (Vargas, 1994) aunque regularizada institucionalmente y un desarrollo del cuerpo con un componente agonístico que incluye un perfeccionamiento de la técnica y del entrenamiento; además de un componente competitivo que tiene unas estructuras fijas en todo el mundo (Dosil, 2003).

El deporte como fenómeno globalizado


El deporte moderno es una práctica social universal y colectiva que envuelve una expresión corporal (Vargas, 1994) y/o mental que debe enmarcarse necesariamente dentro de las sociedades industrializadas, puesto que se lleva a cabo en centros urbanos. Generalmente, un deporte moderno surge de un colectivo minoritario que va estandarizando ciertas formas de expresión -haciendo que el desempeño deportivo pueda evaluarse-, para luego popularizarla a niveles más amplios. La base organizativa del deporte es el club, que se encarga de asociar a los competidores, establecer los programas de formación y entrenamiento e inscribir a los individuos en competencias de ligas y federaciones.

Nacimiento de un deporte


El deporte actual se construye por medio de élites que garantizan un rendimiento máximo que se alcanza por medio del entrenamiento. Ningún deporte de alto rendimiento se construye con menos de 15 años de entrenamiento planificado y sistemático (que se logra gracias a expertos como los entrenadores, los metodólogos, los pedagogos, etc.) con el fin de mejorar el rendimiento deportivo. En este sentido, el deporte siempre debe contemplar la posibilidad real de que haya un aumento y mantenimiento del potencial humano a partir de las prácticas y entrenamientos (teniendo siempre en cuenta los valores y principios del rendimiento individual establecidos por cada modalidad deportiva, por ejemplo, la prohibición del uso de drogas); lo cual implica una base de formación que se fundamenta en el biotipo ideal para cada deporte según ciertas edades y categorías. Este último aspecto requiere de una estandarización de medidas (tallas, pesos) que se regula por medio de la tecnología, con el fin de asegurar una competencia organizada y enmarcada dentro de las reglas (Rojas y Velásquez, 2008).

Existen dos modalidades o especialidades básicas del deporte moderno (el deporte de alto rendimiento y el deporte formativo) aunque existen otras clasificaciones más específicas que distinguen, por ejemplo, el deporte social comunitario, el universitario, el asociado, el aficionado y el profesional (Rojas y Velásquez, 2008); el deporte de rendimiento, de salud y de diversión (Rittner, 1984, citado en Vargas, 1994) o el deporte de show, de competencia, de tiempo libre, de acción social y el deporte alternativo (Digel, 1984, citado en Vargas, 1994).

El deporte de alto rendimiento se basa en la conformación de una élite por medio de la detección de talentos (en niños de 10 a 12 años) en las escuelas de formación y los ciclos competitivos que comienzan en los juegos nacionales que llevan al ciclo olímpico. 

El deporte formativo se enfoca en el desarrollo psicosocial del individuo por medio del deporte en procesos de iniciación, fundamentación y perfeccionamiento del deporte y se enmarca dentro de un sistema educativo escolarizado que usa el deporte en tanto contribuyente a la educación integral del niño (Rojas y Velásquez, 2008).

Deporte Alto Rendimiento


Referencias

Culver, D.; Gilbert, W. y Sparkes, A. (2012). Qualitative research in sport psychology journals: The next decade 2000-2009 and beyond. The Sport Pyschologist, 26, 261-281
Dosil, J. (2001). Aproximación a la psicología del deporte. Orense: Gersam.
Dosil, J. (2003). A modo de introducción: visión diacrónica de la psicología del deporte en España. Revista de psicología general y aplicada, 56, 407-412.
Dosil, J. (2004). Psicología de la actividad física y del deporte. McGraw-Hill.
Martens, Rainer (1987). Science, knowledge and sport psychology. Sport Psychologist, 1, 29-55.
Rojas, N. y Velazquez, M. (2008). Introducción a la psicología del deporte, de la actividad física y del ejercicio físico.
Serrato, Luis (2005). Psicología del deporte. Kinesis: Armenia
Vargas, Carlos Eduardo (1994). El deporte como objeto de estudio. Feriva: Cali
Weinberg, Robert S. y Gould, Daniel (1996). Fundamentos de psicología del deporte y el ejercicio físico, pp. 1-31. Ariel S. A.: Barcelona

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